Muchos de los personajes porteños que Burmeister debe
haber encontrado en las calles céntricas de Buenos Aires en la segunda mitad
del siglo XVIII, fueron retratados por el pintor ginebrino César Hipólito Bacle, quién supo captar y reproducir
en su imprenta, retratos y costumbres urbanas, rurales y acontecimientos, a las
que dibujó con su lápiz y pintó
con acuarelas, reproducidos a la piedra litográfica en su famosa obra “Trages
y Costumbres de la Provincia
de Buenos Aires”(1833).
Los vendedores ambulantes en aquella época
retratada magníficamente eran en su mayoría negros o mulatos. Asi las
lavanderas, vendedores de escobas, de pasteles y de velas, la vendedora de
tortas, el aguatero, la carreta de desembarque, damas porteñas, y otros
personajes típicos de las calles coloniales de nuestra ciudad fueron reproducidos
en hermosas e inigualables litografias a color.
Suponemos, que Burmeister se debe haber cruzado
con personas que practicaban esos oficios varias décadas después.
Es interesanre mencionar que el primer local del
Museo Público en los altos del Convento de Santo Domingo era iluminado con velas para las fechas patrias por su
director, quien seguramente adquiría de los
vendedores ambulantes de velas.
Vendedor de velas
Vendedor de escobas
Las damas porteñas, que eran alabadas por su
belleza por numersos viajeros extranjeros, entre ellos Charles Darwin en 1832, y otros que visitaron Buenos Ayres en
aquellos años, fueron ironizadas por Bacle en relación con sus enormes
peinetones.
.
Dama porteña con peineton
Vendedora de tortas
Lechera a caballo
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