Hugo P. Castello, 2013. MACN:en comisión en la Fundación de Historia
Natural "Félix de Azara".
Las ballenas y lobos marinos de las costas de Buenos Aires
y de la costa atlántica de la
Provincia de Buenos Aires
En
el Hemisferio Sur las grandes ballenas realizan extensas migraciones en el
Océano Atlántico Sudoccidental entre sus áreas de cría en aguas tropicales
frente a la costa del Brasil y sus áreas de alimentación en aguas antárticas.
En la actualidad casi todos los años y a pesar que el Río de La
Plata está intensamente recorrido por
embarcaciones de todo tipo, algunas ballenas penetran en el estuario y recorren
las aguas cercanas al Delta y luego se retiran hacia el mar; unas pocas varan
en las costas fangosas del río. Un siglo y medio antes, cuando las poblaciones
de ballenas aun no habían sido diezmadas por la caza comercial y el río era
surcado solamente por embarcaciones de vela, los encalles en estas costas eran
más frecuentes. Uno de los grupos faunísticos que atrajo la atención de H.
Burmeister fue el de las ballenas, delfines y lobos marinos que penetraban al
estuario del Plata. Tal es así que durante la
Sesión en la que se fundó la
Sociedad Paleontológica de Buenos
Aires (11 de Julio de 1866) Burmeister presentó a los nuevos socios, los
huesos de ballenas encontrados enterrados en una de las islas que bordeaba el
Riachuelo de las Conchas (actualmente río Reconquista) y que probablemente
pertenecían a una ballena jorobada (Megaptera).
A
lo largo de su vida Burmeister publicó un total de 21 artículos (1865-1872)
sobre mamíferos marinos, algunos muy extensos y detallados y otros de reducida
extensión.
Habiendo
transcurrido ya mas de 110 años de su fallecimiento, uno sólo puede admirar sus
observaciones sobre las ballenas y delfines y es digno reconocer que este sabio
alemán a pesar de su escaso conocimiento previo sobre los cetáceos, fue el
autor de dos especies válidas de cetáceos, una “marsopa espinosa” y “una
ballena minke antártica”, ambas descriptas cuando la bibliografía existente
sobre este tema era sumamente reducida, y el material osteológico de la
colección del Museo escaso. Desconocemos los motivos que tuvo Burmeister para
procurar adquirir o rescatar los esqueletos completos de las grandes ballenas,
cuando él sabía que en la reducida superficie del Museo Público carecía del
espacio suficiente para exhibir los esqueletos completos o al menos los grandes
cráneos con sus mandíbulas. Podemos suponer que su innata curiosidad y la falta
de información sobre las grandes ballenas del Hemisferio Sur pueden haberlo
motivado a colectarlos y describirlos, a pesar de la infundada esperanza de
poder contar con el espacio necesario para exhibir esos esqueletos.
Es
necesario mencionar que para esa época no existía publicación alguna europea o
norteamericana que hiciera referencia las ballenas y delfines del Atlántico SO.
Tampoco se habían publicado buenas ilustraciones de los cadáveres frescos de
los cetáceos y los grabados sobre la osteología de los cetáceos eran escasos e
incompletos.
Los
Estudios de Burmeister, son excelentes en todo aspecto, mas aún cuando son
comparados con las observaciones contemporáneas de Beltremieux, por ejemplo,
que estaba llevando a cabo la misma tarea en Bordeaux, como lo hacia Burmeister
en Buenos Aires. Las observaciones de Beltremieux consistían en unas pocas
observaciones de cada cetáceo, en cambio las de Burmeister eran extremadamente
detalladas
Fue
el primer naturalista en realizar medidas precisas de las diferentes partes de
la anatomía de los cetáceos. La metodología de trabajo de Burmeister era
ejemplar. Beltremieux y Burmeister aparentemente no se conocían el uno al otro,
lo cual fue una pena porque hubiera sido importante que pudieran comparar sus
observaciones en ambas costas del Atlántico. Pareciera también que Burmeister
no sospechó de la presencia de los delfines de agua dulce en Sud América. Esta
laguna puede ser atribuida mas a la lenta distribución del saber en aquellos
años que a la falta de curiosidad de Burmeister, que estuvo activo hasta su
fallecimiento. (Arvy, L. and G. Pilleri, 1977).
Los lobos marinos
Los lobos marinos
o pinnípedos de nuestras costas fueron descritos en el tomo III de la
Descripción Physique….,
(525-530) donde citó dos especies, Otaria jubata de la “lobería
grande”, denominación que le dio Drake a la colonia de lobos marinos de un
pelo, que actualmente subsiste en el Puerto de Mar del Plata, y también en el
Atlas (1), y el lobo marino de dos pelos, Arctocephalus falklandicus de
las Islas Malvinas. (1, 2, 3, 4).
Litografia pintada por Burmeister y publicada en el Atlas correspondiente a los lobos marinos (Die Seehundeder der Argentinischen Kuste…)
Acuarela pintada por Burmeister del Epiodon patachonicum, la única acuarela que se ha salvado al presente. Fue enviada por un especialista en cetáceos para ser restaurada cuando fue hallada en la Div. Mastozoología en pésimo estado de conservación.
Los delfines
En cuanto a los
delfines con dientes u Odontocetos (532-543), Burmeister describió a 9 especies
de delfines de distintas familias, o sea aproximadamente un tercio del total de
las especies que se conocen hoy en día para nuestras aguas costeras, cuatro de
las descriptas por este autor habían sido recogidas en aguas frente a la ciudad
de Buenos Aires o del estuario del Plata; una de ellas fue una nueva especie
válida de marsopa espinosa, Phocoena spinipinnis, cuyo cuero
taxidermizado, subsiste muy deteriorado en la colección del MACN. Sobre las
cuatro ballenas con barbas (Mysticeti) descriptas en esta obra (544-547) nos
ocuparemos con mas detalle a continuación, pero debemos mencionar que en el
Atlas correspondiente Burmeister realizó diseños muy detallados de los cráneos
y huesos de las ballenas rorcual (Balaenoptera).
La misma especie era descripta en distintos
idiomas en diferentes revistas
Fue frecuente que
Burmeister publicara más de un artículo sobre cada ejemplar que hallara varado.
En algunos casos publicaba el hallazgo en español, en la mayoría de los casos
en inglés y ocasionalmente en alemán. En varias oportunidades cambió el nombre
del género y especie del mismo ejemplar en la medida que reconsideraba ciertos
caracteres diagnósticos del género o de la especie. El caso mas significativo
fue el de un macho de Delfín picudo de Cuvier (Ziphius cavirostris) al
que le dedicó seis artículos y denominó en forma sucesiva: Delphinorhynchus
australis (Burmeister 1865
a), Ziphiorhynchus cryptodon
(Burmeister 1865 b). y Epiodon australe (Burmeister 1867
a).
Sobre este ejemplar, del que lamentablemente se ha perdido el esqueleto, el
Museo conserva una hermosa acuarela a color que luego fuera reproducida en los
Anales, la cual fue restaurada por un especialista en la década de 1980 con
fondos del autor. Ésta es, a la fecha, la única acuarela original de Burmeister
que ha llegado hasta nuestros días y que demuestra las grandes dotes artísticas
del sabio alemán.
Las
ballenas varadas en la costa del Río de la
Plata estudiadas por Burmeister.
Imposibilidad
de exhibir los esqueletos de ballenas.
En los albores del siglo XIX, las
ballenas encallaban vivas en la costas fangosas del estuario del Río de la
Plata, muriendo muchas de ellas en las islas
del Delta, en las playas frente a la ciudad de Buenos Aires o en la costa de
Quilmes.
Burmeister debe
haber tenido oportunidad de observar los esqueletos de ballenas exhibidos en
los museos europeos antes de partir definitivamente para América y seguramente
tuvo en mente la idea de poder exhibir los esqueletos de las mismas. Sin
embargo la falta de salas espaciosas en el viejo edificio del Museo Público le
impidieron montar y exhibir los esqueletos que había recogido, con excepción de
un cráneo que exhibió durante décadas en el zaguán del Museo, en la planta
baja.
Durante el período
de 1865 a 1872 Burmeister se sintió atraído por el estudio de
los cetáceos y publicó un total de 21 trabajos en tres idiomas diferentes sobre
ballenas varadas. El hallazgo y estudio de una de ellas en aguas costeras de
Quilmes obligó a Burmeister a realizar grandes esfuerzos físicos, como veremos
mas adelante, y obtener fondos suplementarios del Gobierno para poder
trasladarse hasta el lugar del varamiento, o para adquirir los esqueletos que
los pescadores querían venderle al gobierno.
Burmeister, sin
experiencia previa alguna en ballenas actuales (5), que eran algo mas conocidas
por los científicos europeos, entre los que se encontraba el Dr. John Edward
Gray (6), tuvo oportunidad de colectar esqueletos de casi todas
las especies de las grandes ballenas rorcuales, llevarlos al museo con el deseo
de poder exhibirlos y estudiarlos con gran detalle. En dos de las tres
descripciones que relatamos a continuación estuvo acertado al describir nuevas
especies o variedades.
Al respecto en el
informe anual de 1870 enviado al Ministro Malaver dice así: “el
esqueleto de una ballena encallada en la costa del Río cerca de Quilmes….. no
está armado hasta hoy, porque no hay en el Museo Publico ni obreros
facultativos para la ejecución de la obra ni lugar conveniente en las salas del
Museo Público para colocar el esqueleto” (15).
Las
distintas especies de ballenas descriptas por Burmeister
Guiado por su interés por los cetáceos había adquirido
para la biblioteca del Museo una monografía dotada de incomparables y muy
precisas ilustraciones de cráneos y esqueletos de las ballenas y delfines del
Hemisferio Norte (Ostéographie des Cétacés, vivants et fossiles.Van
Bérnéden et Gervais, 1869-1879)Cráneos (izq a derecha) de
Burmeister, en una
de sus últimas obras en este tema, describió a las ballenas y delfines en su
más extensa obra, la “Description physique de la République Argentine”
(Tome III: Animaux vertébrés, 1. partie, Mammifères vivants et éteints, avec
atlas) y pudo preparar mas tarde lo que consideró una especie de suplemento
gráfico a la
Ostéographie de van Beneden,
al que denominó “Erläuterungen zur Fauna argentiniens enthaltend
ausführliche Darstellungen neue oder ungenügend bekannte Säugethier,
(Coni: 62 pp.) adonde dedicó un capítulo a las ballenas rorcuales del
género Balaenoptera “Die Barten wale der Argentinischen Kusten”
(Las ballenas barbadas de la costa Argentina) (Atlas, sección 2, livr.1).
Columnas vertebrales de B. bonaerensis, B.intermedia, y B. patachonicus dibujados en el Atlas :“Die Barten wale der Argentinischen Kusten” (Las ballenas barbadas de la costa Argentina) (Atlas, sección 2, livr.1).
Fue así como
redescribió y representó gráficamente en el respectivo Atlas en 1881, los
cráneos y vértebras de las siguientes especies de ballenas, que con
anterioridad había descrito en distintas revistas científicas:
A) Ballena de aleta de Patagonia: Balaenoptera patachonicus
En base a un antiguo esqueleto defectuoso, que había sido hallado cerca de Quilmes en 1832 y exhibido durante años en la mansión de Rosas en Palermo, junto con otro varado frente a la Aduana vieja (Agosto 1866), y a un tercer ejemplar varado en Quilmes en 1870 (8), realizó la descripción de la “patagonian finner” (o ballena de aleta de Patagonia) (9) (Burmeister, 1870). Gray en una carta que le enviara a Burmeister en 1865 le había informado que ésta era la primera ballena con aleta proveniente del Hemisferio Sur en ser descripta con gran detalle, y a pesar que faltaba el esternón, en base a las vértebras, el cráneo y la escápula, Gray pudo identificarla como una ballena de aleta. En 1870 el sabio encontró en Quilmes (a dos millas de Buenos Aires) otro ejemplar de esta especie de 60 pies de longitud, 6 pies de altura y 16 pies de circunferencia corporal. Pudo realizar un dibujo del ejemplar y recuperar algo de su esqueleto. (Burmeister, 1870). Para esta especie Burmeister consigna la fórmula vertebral: C7+T16+L15+Ca 24= 62.
Actualmente la especie descripta por Burmeister es considerada como un sinónimo de la ballena fin, Balaenoptera physalus.
B) Ballena azul: Balaenoptera intermedia
En Agosto de 1871, cerca de la boca del río Luján, un particular (Sr. Marana) encontró un ejemplar juvenil de aproximadamente 58 pies de longitud (12) y se lo ofreció en venta al gobierno provincial. Burmeister puso como condición que el esqueleto estuviera completo, para abonarle la suma de 8.000 p.m.c., por lo que el gobierno provincial destinó esa suma para la compra de este ejemplar y costear gastos de viaje. Desafortunadamente el ejemplar ingresó incompleto al Museo (7/9/71) (faltaban las 4º falanges de ambas aletas, el extremo caudal del esqueleto, y el hueso hioides) por lo que Burmeister sólo abonó 4.000 p.m.c. (12 al 16). El autor pudo revisar otros dos ejemplares juveniles de 58 pies de longitud c/u. Esta variedad, que durante mas de un siglo fue ignorada por los especialistas, es actualmente reconocida como una subespecie “enana” de la ballena azul, Balaenoptera musculus intermedia. Para esta especie Burmeister da la fórmula vertebral: C7+T15+L16+Ca 26= 64.
C) Ballena minke: Balaenoptera bonaerensis
El cadáver fue hallado por un pescador en la costa del Río de la Plata, en la desembocadura del riachuelo Medrano, cerca de Belgrano, el 5 de febrero de 1867, a 10 millas del centro de Buenos Aires. De acuerdo a una nota enviada por Burmeister al Ministro de Gobierno (3 de Abril, 1867, AHMACN Nº 160) ) el esqueleto de este macho de 32 pies de longitud (=9,6 m), que estaba completo y en buenas condiciones fue llevado en bote desde Belgrano y desembarcado en la playa cerca del muelle de la ciudad por el mismo pescador que la halló, a quién le abonó la suma de 1500 pesos m.c, y por carreta al Museo, , abonando 100 pesos m. c. Burmeister calculaba que el armado del esqueleto tendría un costo de 1.400 pesos m.c., por lo que reclamaba fondos al Gobierno para realizar ese trabajo.
Sus vértebras fueron detalladamente medidas y descriptas al igual que el cráneo (Burmeister, H., 1867) y recién sólo pudo publicar una detallado esquema del cráneo y de sus vértebras en su obra: “Description physique de la République Argentine” (Tome III: Animaux vertébrés, 1. partie, Mammifères vivants et éteints, avec atlas)
Durante mas de un siglo esta especie fue considerada como no válida y enviada a la sinonimia de
Balaenoptera acutorostrata, pero en la actualidad, considerada como una especie válida, es conocida como la “ballena minke antártica” y está presente en aguas del Atlántico S.O. y la Antártida. El cráneo se exhibió durante décadas en la entrada del Museo Público, y, hoy en día, está depositado en la colección de Mamíferos Marinos del MACN, donde fue estudiado y redescubierto por Zerbini y Castello (2003).
Para esta especie Burmeister da la fórmula vertebral: C7+T11+L12+Ca19= 49.
D) Ballena franca: Balaena australis
Menciona además, para aguas del Atlántico Sur, en base a tres vértebras cervicales de la colección del Museo, a la ballena franca austral, Eubalaena australis, citándola como, Balaena australis (Erlaut. Fauna argentiniens, Pág. 35). Habiendo transcurrido mas de un siglo y dos décadas desde la muerte de Burmeister uno sólo puede admirarse de las observaciones cetológicas que el realizara con tanta precisión y detalle, mas que todo en una época en la que no se disponía de las guías para la identificación de ballenas y delfines que a la fecha están al alcance de cualquier persona. Fue además el primer naturalista en realizar medidas precisas de las diferentes partes anatómicas de ballenas y delfines.
Notas
1) En el Atlas correspondiente a los lobos marinos (Die Seehunde der Argentinischen Kuste… ) brinda 4 láminas con diseños de los cráneos de Otaria jubata a las diferentes edades y resalta las diferencias de ambos sexos.
(2) Los nombres vulgares y científicos actuales de estas especies son: “lobo marino de un pelo”, Otaria flavescens y “lobo marino de dos pelos o lobo fino, Arctocephalus australis).
(3) Atlas de la Description physique de la République Argentine, Buenos Aires, 1883. (Die Seehunde der Argentinischen Küsten Anhang: Systematische Uebersicht der bekannten Ohrenrobben und Argentinische Seehunde, die nicht Ohrenrobben sind.) (Los lobos marinos de la costa argentina, apéndice: Anexo estudio sistemático de los leones marinos argentinos conocidos y de los que no son leones.
(4) Los nombres vulgares y científicos actuales de estas especies son: “lobo marino de un pelo”, Otaria flavescens, y “lobo marino de dos pelos o lobo fino, Arctocephalus australis.
(5) En 1847 había publicado un trabajo sobre cetáceos fósiles (Bemerkungen über Zeuglodon cetoides, Owen's, Basilosaurus, Harlans's, Hydrarchos, Koch's. Halle).
(6) Fue Director de Zoología en el Museo Británico en Londres (1840-1874) y autor de numerosos trabajos sobre ballenas y delfines.
(7) Nota enviada por Burmeister al Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires el 15 de enero de 1871, “Me permito remitir a VS. el plano con el presupuesto de la edificación de un nuevo alto encima del viejo edificio del Museo Público sobre el cual ya he tenido (una conversación) con el Sr. Gobernador (Emilio Castro ) cuando .......visitaba hace cuatro meses el Museo Público para inspeccionar el esqueleto de la ballena recién tomada en la costa del río cerca de Quilmes (Balaenoptera patachonicus). Como este esqueleto tiene una longitud de 60 pies no hay lugar de colección en ninguno de los salones del Museo Público y como tenemos además dos otros esqueletos de ballenas poco menores que para la comparación científica deben ser colocadas juntas en el mismo Salón, me parece una necesidad urgente, edificar una sala conveniente a la colocación de los tres.”. Dicha sala, a levantarse en la azotea, nunca se construyó y, con el pasar de los años, los esqueletos, excepto un cráneo, se deterioraron.
(8) Ballena varada en Quilmes (10,11): Al ser informado por dos pescadores de esa zona el Juez de Paz don Tomas Giraldez (27/4/1870) que una ballena había varado a cierta distancia de la costa del Río de la Plata, el juez se embarcó y llegó hasta el lugar del varamiento y comprobó que los tripulantes de un pailebote y dos lanchas habían comenzado a matarla. El Juez ordenó suspender toda acción y decidió custodiar al animal por medio de dos vigilantes de Quilmes. Al día siguiente le comunicó la novedad al Ministro de Gobierno Antonio Malaver, quien a su vez le elevó un oficio al Dr. H. Burmeister para que tomara posesión del animal. (10).
Un día después Burmeister (8) se trasladó a una distancia de una legua río arriba donde halló el cadáver de la ballena recién muerta, con el barco de los pescadores a su lado que “esperan el momento mas conveniente para robarlo” y propuso remolcarlo mas cerca de Quilmes hasta la boca del arroyo Manzano donde existía un “silgadero” para barcos y “esperar a su limpiadura por las agencias naturales de la atmósfera y el agua”. El cuidado del cadáver fue confiado al capataz del “silgadero”. Burmeister tuvo entonces que viajar en repetidas oportunidades a controlar el cadáver al que lo describe como perteneciente a un macho de 60 pies de longitud, 6 pies de altura y de 16-18 pies de circunferencia corporal. La falta de medios de transporte hasta el lugar quedó reflejado en el relato que hizo Burmeister al Ministro, mencionando haber viajado “una vez en coche a Quilmes, dos veces en el vaporcito de la Capitanía de Puertos, una vez por el ferrocarril a la Boca y dos veces de acá por la “falúa de la Capitanía del Puerto” (pequeña embarcación de vela destinada al transporte de las autoridades de la marina) hasta el cadáver mismo” gastando por los repetidos viajes y la gente que me asistió en conservación y transporte2925 p.m.c. y para poder viajar cada 2 ó 3 días hacia ese lugar solicita un abono mayor (11).
El Ministro Malaver mas adelante recibió la cuenta de gastos realizados por Burmeister por un total de 4302 p.m.c. utilizados para rescatar el esqueleto (17). (Ver detalles mas adelante).
(9) Con el nombre de “Patagonian finner” Burmeister había comunicado por carta al Dr. Gray el hallazgo en la boca del Río de la Plata de un ejemplar de 58 pies en Agosto de 1866. Pudo hacer un buen dibujo del ejemplar, antes de perder la carcasa, al carecer de mano de obra que lo ayudara a recuperar el esqueleto.
(10) AHMACN No. 264, 266: 27/4/1870 y 29/4/1870 y 5/5/1870).
(11) AHMACN No. 297: 11/8/1870.
(12) Ballena varada en San Fernando en la boca del río Luján (13, 14, 15, 16). Burmeister puso como condición para adquirirlo para el Museo que el esqueleto estuviera completo, y abonarle al particular la suma de 8.000 p.m.c., por lo que el gobierno provincial destinó esa suma para la compra y costear gastos de viaje. Desafortunadamente el ejemplar ingresó incompleto al Museo (7/9/71) (faltaban las 4º falanges de ambas aletas, el extremo caudal del esqueleto, y el hueso hioides) por lo que Burmeister sólo abonó 4.000 p.m.c. de la suma reclamada.
13)AHMACN N º 311: 15/01/1871
(14) AHMACN Nº 344: 3/11/1871
(15) AHMACN: 21/10/1871
(16) AHMACN Nº 336ª y 346: 25/08 y 16/11/1871.
(17) Detalles de los gastos efectuados por Burmeister para recoger los huesos de la ballena varada en Quilmes en 1870
(17.1) Viaje hasta Barracas (28/4) 10 p.m.c.
17.2) Quilmes en coche 200
17.3) Al pescador de Quilmes 50
17.4) Al río en vapor (29/4 y 4/5 300 (pago a un marinero) 60 (para comprar vino)
17.5) A la Boca en ferrocarril 10, al capataz del silgadero 1000 (para la conducción del cadáver) 32 (a los marineros de la Capitanía)
17.6) A la Boca (14/5) 20 (en coche hasta la estación del ferrocarril), Pasaje Ferrocarril 10, 50 (marinero de la Capitanía)
17.7) En coche a la Fábrica de… 200
17.8) Carretón para traer barbas 100
17.9) A los marineros y Cabo de la ballenera 700
17.10) (Dinero) 150 (Perdidos en el camino)
17.11) A la Boca 21/6/ 63
Total: 2925 p.m.c.
Bibliografía
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Beneden, P. J. van et P. Gervais. 1868-1880. Ostéographie des Cétacés, Vivants et Fossiles. Comprenant la Description et l' iconographie du squelette et du système dentaire de ces animaux. Ainsi que des documents relatifs a leur histoire naturelle, 634 pp. Arthus Bertrand, Paris.
Burmeister, H.1865 a. Delphinorhynchus australis n.sp., Zeistschr. ges. Naturwis, 26: 262- 63.
--------------1865 b. Relación preliminar sobre un cetáceo nuevo Ziphirorhynchus cryptodon tomado en la playa de Buenos Aires Revista.Farm. 4 (15) : 363-368.
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--------------1866 a. The Patagonian finner. Ann. Magaz. Nat. Hist., vol XVIII (3rd. series), London: 495.
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--------------1881 a. Erlaut. Fauna argentina, Description Physique de la République Argentine, Atlas, Mamíferos: p 12, 37; lámina 3: cráneo, lám. 4: vértebras, lám. 6-8 (esternón, costillas, huesos pectorales (características y comparaciones).
--------------1881 b. Erlaut. Fauna argentina; Description Physique de la République Argentine, Atlas Mamíferos: p 22; lámina 1: Animal y Características externas, lám. 2: cráneo, lám.3-4: vértebras, lám. 5- 7: esternón, costillas, huesos de las aletas; (características y comparaciones).
-------------1881 c Erlaut. Fauna argentina; Description Physique de la République Argentine Atlas Mamíferos: p. 3; lám. 2 y 5: cráneo, lám. 3, 4,6 y 7: (huesos postcraneales, características)
Zerbini, A. N. and H. P. Castello. 2003. Rediscovery of the type specimen of the Antarctic minke whale, (Balaenoptera bonaerensis Burmeister, 1867). Mammalian Biology 68 (2) :118-121.
Hello! I woul like to read this paper "Relación preliminar sobre un cetáceo nuevo Ziphirorhynchus cryptodon tomado en la playa de Buenos Aires Revista.Farm. 4 (15) : 363-368." Could you send me a copy? Is it possible? Thank you very much. Agatha (hthagil@gmail.com)
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